
Llegar a un lugar es sencillo, solo tenemos que dirigirnos hacia a él. Durante seis años hice el mismo recorrido para llegar hasta el instituto. A lo largo de ese trayecto conocí a diferentes personas. Recuerdo a la pareja con la que siempre me encontraba en la esquina del Prado de San Sebastián y los Juzgados, nunca les saludé. También, todas las mañanas veía a un pequeño dálmata con su acompañante, bastante soñoliento y casi siempre bostezando, o al dependiente de la Frutería Domingo, de lunes a viernes, concentrado en su trabajo.
Durante seis años hice el mismo recorrido. Luego pasé a utilizar el autobús y, con ello, a reconocer y a conocer a las personas con las que compartía el pequeño trayecto desde mi casa hasta Américo Vespucio, Facultad de Comunicación –siempre suena la calle en mi cabeza con la voz de Tussam.
Ha pasado medio año desde que dejé de hacer cada mañana ese recorrido. He cambiado las aceras, el pavimento grueso y rojo de los pasos de peatones, el sonido de los semáforos y la cafetería Puerta Osario. He olvidado las ojeras del quiosquero con el que siempre recargaba el bono bus, el olor a molletes y la fatiga de bajar tres pisos por escalones tan estrechos. Tengo un recuerdo vago, que aparece algunas veces y que otras no encuentro, de las calles y de cómo eran las luces de las farolas, a qué hora dejaban de pitar los coches y salía la gente a pasear.
Ha pasado medio año desde que comencé a vivir en Medellín, Colombia. Los coches me sobrepasan, los transeúntes me atropellan, el tráfico, el atardecer siempre a las seis, la acera sin quiosco y el quiosco sin acera, las personas, el perro, a todos ellos los comienzo a conocer, a reconocer. El paseo desde mi ahora casa hasta mi ahora universidad me resultan cotidianos, los empiezo a construir cada mañana antes de salir de la cama. Pero, cuando la familiaridad comienza a apoderarse de mí, cuando llegar al lugar se convierte en sencillo, pierdo de vista las nuevas calles y las recuerdo de nuevo desde Tussam, Américo Vespucio, Facultad de Comunicación.