Taller abierto

Stitching the details on one of her garments, designer Viki Vasiliou works in her studio at Planeta Propio / BRYCE FERENDO

La aventura que inició una diseñadora en busca de un espacio para alojar su propia marca de moda se ha transformado en un taller en constante evolución para individuos creativos, de ideas afines, en el corazón del barrio de la Macarena.

AL PASAR POR EL ESCAPARATE DEL NÚMERO 58 de la calle San Luis, a primera vista no está claro lo que hay dentro. ¿Es una tienda? ¿Es un estudio?

Al entrar, encontrarás a Viki Vasiliou, diseñadora de moda con cinco idiomas, feminista, fundadora y primera habitante de Planeta Propio: un Espacio Creativo Ilimitado. Mientras los tipos creativos van y vienen con los años, ella es la artista que ha siempre ha prevalecido.

Pasada la entrada de la tienda, hay un pasillo estrecho con dos expositores de prendas alineados a lo largo de ambas paredes y algunos maniquíes al fondo. Justo a la derecha, está el estudio de la diseñadora, sonriendo levemente, lista para atender cualquier consulta.

“¡Hola! ¿Puedo ayudarte?” pregunta.

Una fila de cinco máquinas de coser bordea la pared de su estudio, con hebras de todos los colores colgando de los carretes. Los lunares y amarillos mostaza de los textiles ecológicos de la diseñadora se apilan en las estanterías. Cada una o dos semanas, se expone nuevo género en el escaparate y los transeúntes pueden presenciar el trabajo que se esconde tras la magia.

Procedente de Celle, Alemania, los 11 años que ha pasado la diseñadora en Sevilla empezaron por casualidad. Viki visitó la ciudad justo después de acabar su formación en moda en Colonia y Hamburgo y encontró una razón para quedarse.

“Primero estuve trabajando en mundo del flamenco, haciendo trajes,» recuerda.

«Me parecía curioso, no lo conocía mucho, pero después de un año trabajando en ese mundillo, me aburría muchísimo. Era siempre lo mismo. Fue una gran experiencia porque es algo muy importante aquí, pero un año fue suficiente.»

Entonces, la diseñadora continuó su trabajo en otros dos negocios como costurera, hasta que decidió que era el momento de avanzar y crear su propia marca: Lavique.

Una marca nueva implicaba un nuevo hogar para alojarla, y así llegamos al edificio que ahora se conoce como Planeta Propio.

Antes, el taller de Viki estaba en un pequeño cuartito de su casa. “Tenía mi negocio, mi taller y mi marca, pero trabajaba desde casa,» explica.

Y empezó la búsqueda de un espacio de trabajo oficial.

“Después de tres meses buscando, encontré esto,» dice.

Al darse cuenta de que el edificio era demasiado grande para ella sola, el paso siguiente era encontrar otros artistas para alquilar el espacio.

Muchos artistas y negocios han pasado por este lugar con los años, desde una empresa de comunicación y relaciones públicas hasta una actriz chilena, y todos han proporcionado una nueva perspectiva al entorno laboral y han brindado la oportunidad de ofrecer una lluvia de ideas. El trío actual consiste en Vasiliou, Mariana González Roberts, y Guillermo García.

Mariana, una Argentina de múltiples talentos con experiencia en el arte de la actuación, el canto y el baile. Con 20 años de experiencia a sus espaldas y habiendo colaborado con otros artistas de Serbia, Colombia y Bélgica, esta profesora aporta otro nivel de diversidad al conjunto.

A la izquierda y a un metro más o menos del estudio de Viki, está la oficina de Guillermo, donde éste pasa la mayoría del tiempo. Este granadino se especializa en fotografía y trabajo audiovisual.

Nos pone uno de sus vídeos publicitarios en la pantalla de su ordenador, una combinación de ilustraciones, música y vídeo que publicita a un artista de jazz de la ciudad. Con seis años de experiencia en el campo, ha colaborado con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y con el Festival De Cine Europeo de Sevilla.

“Los tres somos una combinación muy curiosa,» dice Vasiliou. “Cuando yo, por ejemplo, hago una colección, Guillermo me hace las fotos. Cuando Mariana organiza un espectáculo, yo hago el vestuario y Guillermo hace la publicidad y las fotos. Así podemos trabajar juntos en ciertos momentos.»

La diseñadora Viki Vasiliou trabaja en su estudio de Planeta Propio / BRYCE FERENDO

Antes del nacimiento de Planeta Propio, había sólo dos negocios en la calle San Luis: el restaurante El Contenedor y el bar Santa Marina. Seis años después, parece que varios negocios siguieron su ejemplo, con Planeta Propio a la cabeza.

“Somos como los pioneros de la zona,» explica Viki.

“Éste no es un espacio comercial como los que se ven normalmente en el centro. No es como una tienda, con mucha gente entrando y saliendo. Es un lugar de trabajo, pero se ve desde la calle.»

Este concepto no es habitual en España, sino que se ha tomado del país de origen de la diseñadora.

“En Alemania, hay muchísimos espacios como este,» explica.

Con la transparencia del estudio y su entorno de puertas abiertas, recibe de buena gana las preguntas y hace hincapié en la idea de la comunicación entre diseñador y cliente.

“La mayor parte del tiempo, es más normal mantener la comunicación con el cliente.» Continúa explicando cómo contrasta esta intimidad con el estilo de idas y venidas de las compras en muchas tiendas grandes como H&M o Zara, que producen “moda rápida.»

“Es muy importante para mí estar presente cuando una persona se prueba una prenda porque, si no me convence, no quiero hacer que se lo compre.»

Aunque los deseos y las necesidades del cliente son la prioridad principal de Vasiliou, eso no quita su capacidad de llevar a cabo diseños completamente propios, sin limitaciones.

Imágenes de mujeres valientes y aventureras con botas de montaña y mochilas cubren la pared que sirve de lienzo para su inspiración detrás de su colección más reciente, colgadas justo al lado de su escritorio. Dibujando ideas y detalles de las primeras mujeres montañeras, señala los pliegues de una prenda en una de las fotos en blanco y negro. Apenas un minuto después, coge una falda de uno de los expositores del pasillo para indicar dónde se utilizó el mismo tipo de pliegue en su colección, pero de una forma actualizada.

La historia es parte crucial del proceso de sus diseños, y en un mundo que ya se clasifica normalmente como artificial, Vasiliou explica que es importante utilizar las indicaciones del pasado para crear el futuro.

“Nosotros ya no inventamos la historia,» dice.

“En realidad, las cosas se están repitiendo. Ahí está la clave. Por ejemplo, ¿cómo podemos usar algo que ocurrió hace ya 70 años?”

Además de mirar al pasado, la diseñadora hace también hincapié en seguir adelante, hacia el futuro. Teniendo en cuenta su espíritu emprendedor, no es extraño que Vasiliou también quiera pasarles la antorcha del conocimiento a futuros diseñadores.

“Imparto clases tres tardes a la semana,» dice la diseñadora revelándonos otra faceta de su variopinto negocio.

“Es muy bonito porque hay mucha demanda, y muchas personas que quieren aprender a coser y a crear su propia ropa.»

Cuando describe su marca y su clientela, la originalidad y la longevidad que ella se esfuerza en mantener reflejan la personalidad de su marca, y también la esencia de Planeta Propio como empresa.

“Son piezas únicas, comparadas con la escasa calidad de las de las grandes empresas”, explica sobre su ropa.

Al ir evolucionando el espacio creativo, los que se mueven en él hacen lo propio. La creatividad es pensar con originalidad, aplicar un punto de vista nuevo y marcar la diferencia. El cambio es lo que nos propulsa hacia el futuro.

“Me gusta mucho poder expresarme libremente, ser creativa, ser mi propia jefa y poder colaborar con mucha gente creativa”.