
foto: Retrato of María Cañas / CROPPING IMAGE
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MARÍA CAÑAS, UNA VIDEO-ARTISTA, “ART-IVISTA”, Y QUE SE AUTODEFINE COMO REBELDE, ANALIZA SU PROFESIÓN ARROJANDO LUZ SOBRE “NUESTRO DETRITUS AUDIOVISUAL”.
“LA REVOLUCIÓN NO SE TELEVISA”. Aunque Gil Scott-Heron, el jazz poet americano, cantara originalmente este verso en 1970, resulta ser una fuente de inspiración imperecedera para María Cañas. Se puede incluso decir que Cañas es la Scott-He-ron moderna, obligándonos a abrir los ojos ante las realidades de esta atrevida declaración.
En 2012, Cañas declaró: “es hora de filmar lo que nadie filma y de ir a donde nadie filma y de hacer películas sin cámaras. Igual que un torero practica la tauromaquia, yo practico la ‘videomaquia’, el arte de enfrentarse uno a su propio detritus audiovisual. Soy una caníbal radical del material audiovisual, cultivadora de cine apocalíptico-militante…”.
MARÍA CAÑAS ES UNA CINEASTA que utiliza el found footage o “metraje encontrado” que extrae de una infinita cantidad de extractos de vídeos y música legalmente disponible en internet para crear piezas de arte dramáticas únicas. Hace uso con gran habilidad del montaje, la edición cinematográfica atribuida al cineasta ruso Lev Kuleshov (1899-1970). Cañas demuestra cómo reciclar imágenes y ordenarlas de una determinada manera con un cierto tipo de música posee un inmenso poder de enseñar, cambiar perspectivas e incluso hacer sentir incómodo a más de uno.
SE PODRÍA DECIR QUE MARÍA estaba destinada a su profesión actual desde que tenía cuatro años, cuando cree por primera vez que “todo está animado”. Esta convicción la inspiró para recortar artículos y fotos de las revistas de su abuela y coleccionar envoltorios de caramelo. Todo lo que consideraba interesante lo guardaba y después lo utilizaba como material para hacer collages.
NACIDA Y CRIADA EN SEVILLA, creció en una casa con su madre, su padre y su hermana. Se acuerda de cómo su madre, Rosa de los Reyes, profesora y amante del cine, la adentró en el mundo del cine con películas como Encuentros en la tercera fase y las dirigidas y producidas por Alfred Hitchcock, provocando su propia fascinación por el cine.
CUANDO NO ESTABA VIENDO UNA PELÍCULA, se la podía encontrar leyendo cualquier cosa sobre la que pudiera posar sus ojos; algo que aún hace hoy en día. Quizás se trataba de una historia para niños que inspiró el comienzo de sus prácticas actuales. Se acuerda de leer Caperucita Roja cuando era una niña; sin embargo, no se trataba del clásico
al que la mayoría estamos acostumbrados. Su versión alternativa de la historia invertía todos los papeles de los personajes, transformando al lobo en una inocente víctima y a Caperucita Roja en el cruel depredador. Sustituciones de este tipo se pueden ver hoy en el trabajo de María que intenta poner patas arriba nuestra visión de la realidad.
CAÑAS RECUERDA que, cuando era una adolescente, se sentía “siempre como una marciana, muy extraterrestre”. Incitada por la creatividad, un sentimiento progresista y su estilo punk, Cañas sabía que era diferente. No le encantaban Las Esclavas, la escuela religiosa a la que asistía, por el clasicismo que se practicaba. Sus creencias diferían muchísimo de lo que allí se enseñaba y aceptaba. Estaba todo el tiempo pensando, preguntando e inventando, pero en busca de la plataforma adecuada para comunicar sus innovaciones al mundo.
SIEMPRE ATRAÍDA POR LAS ARTES, intentó pintar mientras estudiaba Bellas Artes en la Universidad de Sevilla. Se acuerda de tener “un montón de mensajes e historias” en la cabeza, luchando unas con otras. “Un día quería pintar como un impresionista, otro día como Basquiat, el siguiente como Picasso… Sufría mucho porque no podía encontrar mi estilo y los materiales son muy caros”, explica. Después de la pintura, la joven artista lo intentó un tiempo con la fotografía, pero no satisfacía la profundidad de lo que quería expresar.
EN EL MOMENTO EN QUE EMPEZÓ A TRABAJAR con su ordenador Macintosh, con programas como Adobe Photoshop y Director, encontró su sitio. Le encantaba el carácter de “Do It Yourself ” (“Hazlo tú mismo”) y las aptitudes para reciclar lo recogido.
HOY, MARÍA CAÑAS ES UNA FIGURA DESTACADA en la comunidad artística de Sevilla y su trabajo está ganando más y más atención. Ha participado en el Festival Europeo de Cine de Sevilla cuatro veces pero este año, su aportación a la participación resultó algo diferente. Además de presentar dos series diferentes de cortos durante dos sesiones de visionado, imparte una clase sobre su apasionante e inspirador trayecto en la remezcla de vídeos y participa en una mesa redonda sobre los orígenes reales e imaginarios y la evolución del cine escrito, junto con el director Enrique Urbizu, el guionista Michel Gaztambide y el crítico de cine Manuel J. Lombardo. Espera que su público disfrute de lo que tiene que decir y de lo que ha creado. Anticipándose al festival, dice: “No quiero que se duerman ni que sufran”.
EN SU CLASE MAGISTRAL DEL FESTIVAL, se presentó ante una multitud de más de 65 personas que se reían y se mantuvieron en el borde de sus asientos durante dos horas, aunque Cañas solo había dormido tres. Los asistentes son de todas las edades. Algunos han visto su trabajo mientras que otros solo han escuchado hablar de él, pero todos se muestran curiosos por saber más. Se sienta en su pequeño escritorio a la izquierda del escenario, con su portátil y una carpeta llena de notas y una presentación de PowerPoint proyectada en una gran pared detrás de ella en un estudio del Centro de Artes de Sevilla (CAS). La ordenada e innovadora presentación de María incluyó historias de su infancia, citas inspiradoras, un tráiler de Meet my Meat, imágenes provocativas, una sesión de mediación, y un espacio para preguntas. Se hace amiga del público mientras comparte quién y lo que es.
UNO DE LOS VIDEO-MONTAJES MáS CONOCIDOS de María es el ingeniosamente titulado “Sé Villana”, desmenuzando la palabra “sevillana”. Este vídeomontaje incluye una variedad de imágenes y sonidos que crean una lente que ilumina los contrastes de la ciudad. Lo denomina “un muestrario-rebelión sobre la industria del fanatismo y un homenaje a la humanidad más ‘aperreá’”.
Es también testimonio “de la creación popular, de la fuerza de los débiles, de los perros verdes, de los poetas, de los exiliados, de los locos, de las prostitutas…” comenta. Muestra Sevilla “no sólo como cantera de materiales folclóricos sino como la auténtica protagonista de la historia, con el poder de detener el tren de la historia”. María expresa su “rabia y placer de vivir en Sevilla… mezclados con amor y odio en una gran bola de fuego, fuerza, y belleza”.
OTRO EJEMPLO DEL TRABAJO DE MARÍA ES Holy THriller, donde se contrastan imágenes de la Semana Santa sevillana con otras de Thriller de Michael Jackson, suscitando preguntas sobre religión, fe, celebración e hipocresía.
SU CORTO TITULADO la Venganza del Toro combina escenas sangrientas de corridas de toros con aficionados atentos y emocionados llamando nuestra atención sobre festividades que incluyen actuaciones, vida y muerte.
EL TRABAJO DE CAÑAS revela las contradicciones que normalmente se pasan por alto en nuestro día a día y hace que nos cuestionemos qué diferencias existen entre la realidad y las representaciones de la realidad creadas por los medios de comunicación, y por qué existen ciertos eventos y estereotipos en la sociedad moderna.
CUANDO SE LE PREGUNTA QUé INSPIRA SU ARTE, Cañas responde con entusiasmo: “Todo es fuente de inspiración para mí”. Siempre está atenta al cambiante entorno que la rodea y Sevilla es, sin duda, la mayor contribuidora a sus proyectos. La documentación es la clave para su operación creativa. “Leer es fundamental, preferiblemente en papel”, afirma. Cada una de sus películas lleva detrás horas de investigación, visionado de vídeos, recogida de notas, revisionados y relecturas. Ella describe el proceso como una “labor obsesiva de documentación”. Cuando está produciendo un proyecto, trabaja hasta 15 horas diarias. “Mis películas son mis hijos”, declara.
OTRO PASO DE SU CONCIENZUDO PROCESO es editar el metraje ya existente en YouTube que decide incluir. A veces, estos vídeos no son de alta calidad, por lo que Cañas rehúsa usarlos. Trabaja con muchos canales de audio y vídeo y contrata un pequeño equipo de profesionales para que la ayuden durante la producción, pero siempre se queda a su lado para dar instrucciones, editar y tomar las últimas decisiones.
“LO ACUMULO TODO porque quiero reinventarlo… Quiero reinventar la vida diaria”, explica. Cañas reinterpreta lo que encuentra, le da vida nueva al viejo metraje y nunca deja de añadir su ingrediente especial: la controversia. Entre otras cosas, se describe a sí misma como “una guerrillera del vídeo”. Crea a propósito en sus películas “una estructura abierta de narración; son surrealistas, poéticas, experimentales y promiscuas”. Entre sus estrategias se incluye el humor, la parodia y la ironía. Un interminable palimpsesto y caleidoscopio.
SU “ART-IVISMO” se desarrolla junto con el mundo que la rodea. Espera inspirar al público para que sean más críticos, más creativos y más suspicaces respecto al contenido con el que interactúan cada día. “Mi vida es un fragmento y espero que otros la completen. Esto es también una realidad en mi trabajo”, comenta. Cada fragmento de su trabajo vanguardista, ya sea un clip de video, un fragmento de sonido o un efecto de edición, tiene un significado distintivo que se intensifica y adquiere vida nueva cuando se coloca entre otros fragmentos.
PERO EL DOCTOR TOMáS CAÑAS, el padre de María, a veces tiene problemas para entender la profesión de su hija, especialmente las pocas posibilidades de ganarse la vida con ello. Describe a su hija como “precaria”. Ella le contesta que no trabaja por el dinero y que es feliz persiguiendo su pasión.
MARÍA CAÑAS está televisando la revolución.