Unidos con hilo

Merche Pérez trabaja en su tienda / VERONICA MOYER

En el corazón de la comunidad artística de San Julián, una artista utiliza bordados, o textiles tatuados, para transmitir la importancia de tener amor propio y una actitud de «hágalo usted mismo». 

Merche mantiene su mirada en la aguja mientras recorre con clics rápidos la camiseta de algodón azul que hay debajo de la máquina. Sus manos son guías expertas, con las uñas sin pintar y un agarre tenso, dirigiendo la aguja en la dirección de su diseño estarcido. Detrás de la artista hay bolsas de papel con el texto Debaga | work & shop impreso en sans serif, el nombre de la tienda, la vida, y el alias de Merche Pérez, a la que se conoce como Debaga en el barrio de San Julián de Sevilla.

La tienda late a un ritmo rápido; en un Macbook suena música electrónica a través de un altavoz situado al lado de la máquina de coser. Es un pequeño espacio industrial, con el suelo de hormigón y las paredes blancas enyesadas. Macetas con plantas cuelgan del techo mientras que otras permanecen en el suelo, quizás esperando su oportunidad de que las cuelguen o encontrar su residencia permanente allí abajo. El trabajo de otros artistas locales de Sevilla se exhibe por todo el local de Debaga, incluyendo collages de la artista Angelina Delgado Librero, esparcidos por la ventana, y ollas de cerámica de Fran Cabeza Gómez en el suelo en la parte trasera de la tienda. A lo largo y ancho de las paredes de cuatro metros y medio de la tienda cuelgan unas 20 camisetas, cada una con uno de los diseños bordados únicos de Merche, desde un pequeño contorno de un cuchillo sangriento a un divertido diseño de gambas y claveles. Sobre una mesa de madera, apoyados sobre la pared de la izquierda, hay una pila de dos centímetros y medio de bocetos, una bolsa de plástico de alfileteros de colores, una plancha gris con un cable enmarañado y dos cervezas. Una para Merche y una para Rafa, su amigo de pelo oscuro que fuma un cigarrillo en la calle, junto a la puerta de la tienda. “Es una zona de paso. Mis amigos siempre pasan y me dicen ‘¿Puedo tomarme una cerveza mientras trabajas?’” Riéndose, Merche dice “Nunca estoy realmente sola aquí”.

Interior de Debaga / VERONICA MOYER

A la izquierda de la mesa hay un arco iris de carretes de hilo colgado del suelo al techo en varillas cortas; sin embargo, hay un sitio vacío entre los naranjas. Volvemos rápidamente al zumbido de la máquina de coser y descubrimos la bobina que falta, una amarillo brillante que está conformando el último diseño de Merche. Este diseño en particular es sencillo. Sólo consiste en las letras “LIE”, el mismo mensaje que puede verse en la pegatina amarilla brillante pegada en la máquina de coser de Merche. La palabra es el logo de LIE Radio, un colectivo musical alternativo que ofrece programas de radio y eventos organizados en Sevilla y un colaborador cercano de Debaga. Esta camiseta azul es sólo una de las 10 que Merche está bordando para que se lleven durante el próximo festival de música alternativa de LIE On Air, el 28 de abril en el Parque del Alamillo de Sevilla.

La L y la I ya están totalmente rellenas con el hilo amarillo mientras la máquina continúa tarareando. Sólo una vez, cuando lleva tres cuartas partes de la E, Merche vacila en su concentración — el hilo amarillo se engancha en la palanca en la parte superior de la máquina de coser. Con los labios fruncidos, Merche utiliza las manos para realinear el h lo y termina su diseño con precisión sin esfuerzo.

Camiseta de LIE Radio en fabricación / VERONICA MOYER

Comenzó a bordar sus propios diseños en 2004, y cose en la escuela y en casa desde mucho antes, así que estas camisetas son una rutina para esta mujer de 39 años. Oriunda de Cádiz, Merche creció con los sonidos del océano y el zumbido de las máquinas de coser que usaba su madre, Mercedes, y su abuela, también Mercedes. La constante presencia de la costura en la infancia de Merche es una de las principales razones por las que se mudó a Sevilla en 2001 para estudiar diseño de vestuario en el Centro Andaluz de Teatro en la calle San Luis. Sin embargo, Merche se dio cuenta durante sus estudios teatrales de que, irónicamente, no le gustaba coser. Mientras que la máquina de coser despertó su interés como actividad creativa, encontró la costura en sí de la ropa menos interesante. Sus ojos marrones se arrugan al reírse, “Yo no sé nada de líneas rectas”.

Después de sus estudios, Merche comenzó a dibujar y a experimentar con la máquina. Con una beca Leonardo para emprendedores jóvenes, se fue a Florencia en 2007 para trabajar para la marca de ropa 98 Rosso. Merche contribuyó con sus propios diseños durante tres meses, y cuando regresó a Sevilla empezó a desarrollar su propia marca. Trajo sus diseños a ferias de ropa o “mini-mercados” de Madrid, Málaga, y Barcelona. “Y poco a poco”, dice Merche, “se creó todo esto”. La artista tenía dos espacios compartidos con otros artistas para hacer sus diseños, ambos también en el barrio de San Julián, antes de abrir el suyo propio aquí, en la esquina de la calle San Luis y la calle Relator, en 2016.

Exterior de Debaga / VERONICA MOYER

Debaga también funciona como un salón de tatuajes no convencionales con un servicio de Tatúa con Hilo, que da la posibilidad a los clientes de traer sus propios dibujos para que Merche los borde en una camiseta u otra prenda de vestir. Merche salta de su asiento, estirando su camiseta verde extragrande de American Apparel, y camina hacia la mesa de madera que hay en el centro de la tienda. Señala hacia la colección de dibujos clavados en la pared de arriba. Debaga nos enseña los garabatos de niños que han traído los padres, las manos del famoso cantante de flamenco Camarón que ha traído un fan, una pintura de una hamburguesa hecha por un artista local. Merche toca las tijeras de hilo que cuelgan de su cuello como un collar mientras mira por la ventana hacia la calle, sonriendo levemente. “Es como un tatuaje normal. La misma técnica e importancia, pero en una prenda, no en la piel”. Aquí, en este pequeño espacio industrial de suelo de hormigón, la gente puede inmortalizar sus recuerdos con aguja, hilo y las cuidadosas manos de Merche.

De esta manera, el lado empresarial de Debaga es mucho más personal que únicamente transaccional, lo que también resulta ser la forma en que Merche describe su lugar entre el círculo de artistas del barrio San Julián. Antes de la preparación de la presentación de una colección, Merche explica “tengo ayuda de muchos colaboradores, fotógrafos, equipos de video. Cada uno hace su parte. Hacemos trueques… un… ¿cómo se dice… change? ¿chan-je?” Mira a Rafa, usándolo como un eco de confirmación. “Un change, un cambio”, dice su amigo tras darle un sorbo a su cerveza. La comunidad artística de San Julián está formada por un círculo de comercios simbióticos. “Esta mesa”, dice Merche al tiempo que la golpea con los nudillos, “yo sólo compro el material, y un amigo la hace. Luego, yo le hago un suéter a él, un vestido a su novia y una camiseta a su hijo. Muchos intercambios”. Para eventos como el On Air del 28 de abril, Merche va a bordar 10 camisetas para LIE Radio y el otro grupo que participa en el evento, Love Calls, para que las lleven los colectivos durante el festival. Serán regalos, porque cuando la gente vea las camisetas bordadas en el festival, harán publicidad de la tienda. Es una transacción de negocios, pero también es algo más construido durante años de colaboración en el barrio. “Es por la amistad. Todos los artistas viven cerca, entonces se pasan por aquí y hablamos. Somos vecinos”.

Interior de Debaga / VERONICA MOYER

Sin embargo, gestionar sola un negocio, aunque sea pequeño, puede causar mucho estrés, especialmente estando lejos de la familia en Cádiz. Merche estalla en una carcajada cuando escucha pronunciar la palabra “estrés”. Mirando a Rafa, repite sin dejar de reír, “¿Que si he tenido mucho estrés? Bueno, sí”. Merche suspira antes de continuar. “En noviembre me operaron porque tuve una infección interna. Por el estrés”. Explica que fue aún más susceptible a la infección por una relación preocupante, la presión con Debaga y todas las responsabilidades relacionadas con el negocio. “Exploté”.

La colección de Merche, Lucha con tus demonios, expuesta de febrero a noviembre, contiene elementos de esta época, con muchos diseños de órganos, sangre, corazones y cuchillos. Pero la colección también canta al tema del amor propio y la fuerza, sirviendo como un recordatorio para escuchar y cuidar el cuerpo. “Porque…” Es la primera vez en la conversación que Merche habla despacio, escogiendo sus palabras con cuidado. “Es cuando estás mal, y tú no te das cuen- ta porque estás en tu mundo, que el cuerpo… explota”. La colección cuenta con una pieza con un diseño de intestinos y una corona, una con un diseño bordado de un collar de corazón que contiene la palabra “ME”, y varias camisetas con cuchillos sangrientos. Y, por supuesto, qué mejor día para planear la instalación del estreno de esta colección que el día de San Valentín, o más bien, anti-San Valentín como se titulaba la exposición. La tienda Debaga se transformó en un santuario de todo lo que es el amor y todo lo que no lo es, con hojas muertas esparcidas por el suelo de hormigón y una cabeza de maniquí blanca llorando lágrimas de color rojo brillante en la pantalla. LIE Radio puso canciones de amor y antiamor, colgaron fotos de la colección de la fotógrafa local Lhaura Rain en las paredes, y el mensaje de amor propio de Merche se expuso por primera vez a través de sus diseños. “Yo quiero expresar que primero tienes que quererte a ti mismo. No puedes querer a nadie si no quieres a ti”.

El sol esparce los últimos rayos del día por el interior de la tienda, y Merche coge las tijeras de hilo que cuelgan de su cuello y comienza a quitar la tela blanca que le ha servido de base para el bordado de las tres letras en la camiseta azul. Habiendo terminado ese trabajo, la artista puede dejar su tienda, pero prefiere quedarse hasta la noche, trabajando tranquilamente en su segundo hogar, hecho de aguja e hilo.