Desde Alemania a Triana: la historia de Schimon Dieseler

El equipo de fútbol Triana C.F. antes de un partido. Schimon Dieseler es el último a la izquierda de pie.

PROYECTO DEL CURSO ‘MIGRATIONS IN TODAY’S GLOBALISED WORLD’

Voy a contar la vida de uno de mis amigos y compañeros en mi equipo de fútbol aquí en Sevilla, el Triana C.F.. Schimon Dieseler nació en Hamburgo, Alemania, en 1995 (tiene 22 años) y es el primer hijo de sus padres. Tiene tres hermanos: un hermano de 19 años y dos hermanas de 17 y 15. Con su familia, Schimon vivió en Hamburgo durante un año y medio. Luego, su familia se mudó a Múnich y, después de vivir allí ocho años, se instaló en Berlín durante otros nueve años.

Empezó sus estudios de la universidad en Berlín. Tenía mucho interés por estudiar música (en especial, la percusión), pero, finalmente, se dio cuenta de que no quería hacer una carrera musical, porque en este sector es muy difícil ganar suficiente dinero para vivir y mantener a una familia. Quería estudiar algo que lo desafiara, y escogió física y matemáticas. Empezó la universidad en 2015 en Berlín. La música sigue siendo una gran parte de su vida y toca la batería y canta, pero sólo como afición. Le encanta el rock and roll porque hay muchas partes para tocar la batería y también le gusta  el jazz.

Después de un año, se mudó a Düsseldorf porque su hermano, Jonas, recibió un oferta para jugar en la academia del Fortuna Düsseldorf, un equipo que juega en la primera división de fútbol en Alemania. Entonces, dejando a su familia, Schimon y Jonas se mudaron a Düsseldorf para vivir en un apartmento solos. En Düsseldorf, Schimon continuó con sus estudios y su hermano jugaba al fútbol e iba al instituto. A Schimon le encantaba su vida en Düsseldorf porque tenía la oportunidad de pasar más tiempo con su hermano y también más independencia al vivir solo.

Su vida en Sevilla

Depués de tres años en Düsseldorf, Schimon decidió ir a estudiar a España con un programa de intercambio. Había visitado antes tres ciudades en España (Barcelona, Málaga y Madrid), pero eligió estudiar en Sevilla porque su universidad tiene un buen programa de matemáticas y física.  También quería aprender español. Tuvo que hacer un examen de español para su programa antes de llegar aquí, pero sólo era de comprensión elemental. Entonces no hablaba mucho español, pero ahora lo habla casi con fluidez. Schimon está estudiando en la Universidad de Sevilla, en el campus de ciencias. Cuenta que adaptarse a sus clases en español no fue muy difícil porque el lenguaje de las matemáticas es el mismo en cualquiera idioma, aunque el vocabulario de física sí que le ha costado a veces comprenderlo.

Vive con tres estudiantes españoles en un apartamento compartido en el barrio de la Macarena. Sus compañeros de cuarto son de sus mejores amigos. En Sevilla ha conocido también a su novia, una estudiante alemana de medicina que ya ha regresado a su país. Schimon no sabe exactamente qué quiere hacer después de que complete sus estudios en 2021. Cree que va a volver a Alemania y tomará allí la decisión. Como le encanta Sevilla y ahora puede hablar español, piensa que es posible que vuelva a España para trabajar.

Schimon (a la derecha) y su hermano Jonas, ante el estadio del Borussia Mönchengladbach.
España en comparación con Alemania

He hablado varias veces con Schimon sobre las diferencias entre Alemania y España, especifícamente, Sevilla, y siempre se centra en las diferencias culturales. Dice que en España la vida es mucho más tranquila y que las personas parecen como más felices y relajadas. En Alemania, explica, todo el mundo está concentrado en cómo pueden contribuir más al país o avanzar en su carrera así que todo es trabajo, trabajo, trabajo, y no hay mucho tiempo para descansar y disfrutar de la vida. Me parece similar a los Estados Unidos, donde siempre estamos pendientes de las cosas que no podemos controlar, en vez de disfrutar de la belleza y el placer de la vida.

Schimon dice que, además, las personas aquí son más simpáticas y abiertas, especialmente con los extranjeros como él. Otro aspecto de Sevilla que a él le encanta es el tiempo. En Alemania, es mucho más frío y llueve, pero aquí casi nunca llueve. Él piensa que esto contribuye al bienestar de la vida aquí. Añade que las diferencias culturales también contribuyen a las diferencias entre las leyes. En Alemania, son muy estrictos con todo y, por ejemplo, no puedes montar un bicicleta sin casco. A Schimon le gusta la vida más tranquila de aquí, aunque tiene demasiado trabajo con sus estudios.

El fútbol y el equipo del Triana C.F.

El fútbol siempre ha sido una gran parte de la vida de Schimon. Su padre tiene una empresa de agentes para jugadores profesionales en Alemania y él empezó a jugar cuando sólo tenía cuatro años en Múnich. También jugó en un equipo en Berlín, pero dejó el fútbol tres años cuando vivió en Düsseldorf. Seguía jugando con sus amigos en su tiempo libre, pero no volvió a competir hasta que se mudó a Sevilla. Echaba de menos jugar en un equipo, los partidos oficiales y los entrenamientos competitivos.

Buscó por internet un equipo y encontró el Triana C.F.. Mandó un correo electrónico a su entrenador, Juan Antonio, preguntando si podía entrenar con el equipo. Era septiembre y ya había comenzado la liga y la plantilla estaba cerrada. Schimon sólo podía entrenar con el equipo los martes, jueves y viernes. El entrenador, Juan Antonio, recuerda: “Aun teniendo la plantilla cerrada, se me ofreció para entrenar con nosotros y accedí a ello. Tras el transcurso de la temporada algunos jugadores se dieron de baja, entre ellos un delantero, y se le hizo la ficha para poder jugar”.

Cuando era niño Schimon jugaba como centrocampista, pero ahora se ha convertido en delantero. Después de casi siete meses entrenando con el equipo del Triana C.F., a Schimon le llegó su oportunidad de jugar en los partidos. El 24 de febrero, el equipo disputó un partido contra el Marchena Balompié. El Triana estaba entre los últimos lugares de la clasificación, en el puesto 14 de 18 equipos. Los últimos cuatro equipos en la liga bajan a la liga inferior, por eso todos los partidos son muy importantes, pero especialmente este partido contra el Marchena, que estaba en el puesto 18.

El Triana metió un gol al principio de partido, pero el Marchena igualó el partido a sólo cinco minutos del final del partido. Schimon corrió con la pelota en sus pies hasta 27 metros de la portería, y cambió de dirección. Se la estaba pasando a su defensor, pero le hicieron una falta por detrás. Ahora el Triana tenía una última oportunidad de meter gol y ganar el partido. Desde el tiro libre, el Triana C.F. metió un gol en el último balón del partido. Schimon contribuyó así a un gol muy importante en su debut con el equipo. Finalmente había ganado su recompensa por su duro trabajo.

Los jugadores del Triana C.F., entre ellos Schimon, celebrando su victoria contra el Marchena.

En los entrenamientos, Schimon siempre se esfuerza más que los otros jugadores. Dice su entranador: «Como jugador es muy trabajador, muy disciplinado, gran persona, muy integrado en el equipo, y se toma los entrenamientos siempre al 100 por 100. Su posición es de delantero centro, y es buen rematador tanto de cabeza como con los pies. Juega por y para el equipo aunque debe mejorar tácticamente y técnicamente. Creemos que con el transcurso de los partidos que juegue, mejorará».

Es interesante ver cómo Schimon juega como la cultura laboral de Alemania, siempre trabajando durísimo para mejorar. Afuera de la cancha, Schimon dice que algunos de sus mejores amigos son los otros jugadores del Triana y que la experiencia de jugar en el equipo está influyendo mucho en su experiencia de vivir en Sevilla. No tiene mucho tiempo libre aparte de estudiar y jugar al fútbol, pero le encanta la vida aquí. Personalmente, quiero darle las gracias a Schimon porque cuando estaba empezando a jugar con el equipo, él ha sido el compañero más simpático y abierto conmigo. Es un futbolista muy bueno y trabajador, y muy simpático como persona.