El hombre que firmó la Declaración de Independencia y los irlandeses que buscaron su sueño americano en Nueva York

Mi abuelo Milton (centro) con sus padres, Norman Henry y Mary Jane.

PROYECTO DEL CURSO ‘MIGRATIONS IN TODAY’S GLOBALISED WORLD’

Antes de investigar, sabía que mi familia paterna es inglesa y que hemos vivido en los Estados Unidos por siglos. No tenía conocimiento del linaje hasta que hablé con mi tía, que ha investigado nuestros ancestros profundamente. Me compartió la información que ha recogido a lo largo de muchos años. Desafortunadamente, los documentos no cuentan las historias diarias de los inmigrantes. Además, los datos que tenemos frecuentemente contrastan con otras fuentes, y es difícil evitar errores. Los documentos sólo indican estadísticas y logros notables de la vida; tenemos información sobre matrimonios, nacimientos, fallecimientos, mudanzas y nombres de los familiares, pero no tenemos sus experiencias personales. Aquí está nuestra historia según lo que he averiguado.

Escudo de armas de los Bartlett.

La existencia de mi familia paterna en los Estados Unidos se extiende desde 1640, y empieza con Richard Bartlett III. Nacido en Inglaterra en 1621, tomó un barco desde Europa a Newbury, Massachusetts, en 1640. Aquí se quedó por el resto de su vida. Se casó en 1645 con Abigail Welles, que nació en Newbury de padres inmigrantes de Inglaterra. Cuatro años más tarde, en 1649, nació Richard Bartlett IV. Con su esposa, Hannah Emery, tuvo muchos niños, uno de los cuales se llamaba Thomas. Aunque no es de mi linaje directo, tomo nota de un personaje importante para el desarrollo de los Estados Unidos en mi árbol genealógico. El hermano de Thomas, Stephen, tuvo un niño en 1729 que se llamaba Josiah Bartlett. Era el gobernador de New Hampshire, y luego firmó la Declaración de Independencia.

Firmas de la Declaración de Independencia. La de Josiah Bartlett está en la primera fila, última columna.

Thomas, niño de Richard IV, tuvo un niño llamado Edmond en 1723, que se mudó a Newburyport, Massachusetts. Su niño, Samuel, fue el primero de mis ancestros directos que se trasladó del estado. Sólo se movió hacia New Hampshire (posiblemente Groton), cerca de la frontera con
Massachusetts. Mi familia se quedó en New Hampshire por algunas generaciones, con el hijo de Samuel, Luther; su hijo John; su hijo Hermon Luther; y su hijo Norman Henry, mi primer bisabuelo. Norman Henry se casó con Mary Jane Harris, una compañera de clase de la escuela secundaria, y se trasladaron hacia Lowell, Massachusetts.

En su vida, construyó una casa en un bosque en New Hampshire de cajas de madera para zapatos. En la casa no había electricidad, ni agua corriente, ni fontanería. Era una casa de vacaciones para Norman Henry, Mary Jane y sus niños, de los que uno de era mi abuelo: Milton. Milton y mi abuela, Janice Haskins, tuvieron 5 niños: Jennie, John, Jodie, Jeffrey (mi padre) y Jamie. Ellos, cuando eran niños, visitaban la casa de New Hampshire en los veranos. A propósito de la ascendencia de mi abuela, no es fácil de reproducir debido a la falta de información sobre los vínculos familiares de los abuelos de mi abuela, así que no tenemos un linaje claro acerca de los orígenes inmigrantes de mi abuela.

La casa de madera en New Hampshire, construida por mi bisabuelo.

Por el lado paterno de mi familia, mi investigación ha sido más académica que familiar, porque no tenemos memorias de cómo era su vida. Sólo podía buscar online algunos datos concretos y limitados, que no son seguros. Además, la información que tengo es susceptible de cualquier
cosa; el censo de 1890 se quemó y se destruyó en un fuego, así que no puedo acceder a él. Los censos de otras décadas que existen todavía ofrecen varios datos, pero las categorías varían año tras año. A veces, incluyeron la profesión, o su propiedad y el valor. En 1860, cuando tenía 35 años, John Bartlett, un granjero, tenía una propiedad que valoró en 500 dólares.

Página del censo de 1860. La penúltima fila es de John Bartlett, granjero, con una propiedad de 500 dólares.

Según mi tía, quien ha escarbado los numerosos censos, algunos de mis familiares eran zapateros, pero la mayoría de ellos eran granjeros. La característica académica de mi investigación familiar no continuó cuando investigué el lado materno de mi familia, en la que soy la tercera generación en los Estados Unidos. Tres de mis cuatro bisabuelos maternos salieron de Irlanda y llegaron a Nueva York. Como mis abuelos maternos todavía viven, podía preguntarles sobre las experiencias de sus padres, los inmigrantes irlandeses que llegaron buscando el sueño americano.

Los padres de mi abuelo no se conocieron cuando salieron de Irlanda del Norte, pero los dos vinieron en 1930 para buscar trabajo. Mi bisabuelo, John Moore, era de una aldea pequeña que se llama Gilford. Nacido el 5 de enero de 1905, vivió en Irlanda del Norte durante 25 años antes de ir a los EEUU. Como católico-romano en un país de mayoría protestante, se enfrentaba a prejuicios en su pueblo; la libertad religiosa probablemente fuera otro beneficio de vivir en los EEUU. En Gilford, John trabajaba llevando alimentos del mercado de sus padres a los clientes granjeros cercanos. Conducía una carreta, tirada por asnos. En los documentos para buscar trabajo en los Estados Unidos, indicaba que era camionero. No había conducido un vehículo mecánico en su vida, pero lo afirmó así para encontrar trabajo. Y lo logró. Obtuvo una posición como conductor de tranvías en el barrio del Bronx, en Nueva York, y desempeñó el puesto con éxito. Vivió en el Bronx con su esposa Elizabeth Connolly hasta su muerte en 1953.

Elizabeth llegó a Nueva York en 1930 con 20 años. De Roslea, Irlanda del Norte, asistió a una escuela hasta que tuvo 8 años. El maestro era alcohólico y abusaba, por lo que dejó de ir. Su hermano mayor, Jimmy, había ido antes a los EEUU, donde empezó una empresa de
empaquetado de café, que tuvo éxito. Le ofreció un billete de barco a su hermano Peter para unirse con él en los EEUU. Peter, con empleo como taxista en Irlanda del Norte, no necesitaba el billete, y por lo tanto Elizabeth lo usó en su lugar.

En Nueva York, ella encontró trabajo como institutriz con gente aristocrática. Mi abuelo sospecha que ellos se conocieran en un parque que se llamaba Croke Park. Para que los inmigrantes pudieran entretenerse, había un parque operado por la Asociación Atlética Gaélica, llamado igual que el parque del mismo nombre en Dublín. A falta de otros entretenimientos para los inmigrantes irlandeses, muchos de ellos lo frecuentaban. Como jugadora de hockey sobre césped, Elizabeth acudía a menudo al parque Croke, y como jugador de fútbol, también John lo visitaba con frecuencia. Después de casarse en 1935, John continuó trabajando, y Elizabeth dejó de cuidar niños de otras familias. Vivían en Park Avenue, una calle con tramos de gran riqueza y gran pobreza; ellos vivían en la segunda parte.

Mi abuela me habló de las vidas de sus padres: Michael Ronan y Jane Cavanaugh. Michael Ronan era de primera generación, y por eso, mi abuela no sabía mucho de los viajes de sus abuelos, los inmigrantes. Me dijo que ellos llegaron desde Cork y Sligo, Irlanda, a Nueva
York, donde se conocieron y tuvieron sus niños, Michael y otros tres. Michael vivía en el Bronx y asistió a la escuela hasta que tuvo 16 años, cuando se fue para conseguir un empleo. Trabajaba con el proyecto del ferrocarril, que empleaba a mucha gente en esa época. Mi abuela me dijo que es un misterio cómo se conocieron mis bisabuelos Michael y Jane. No tiene certeza, pero mi abuela sospecha que uno de ellos publicó un anuncio pidiendo una cita en una revista católica. El otro respondió, y se conocieron.

Jane Cavanaugh era la última inmigrante irlandesa de mi linaje. Nació en Kilkenny, Irlanda, donde asistía a la Presentation Convent School, una escuela privada católica. Su hermana Margaret ya estaba en los EEUU cuando Jane quiso salir de Irlanda para buscar empleo. Margaret patrocinó a Jane para que pudiera entrar en el país, y cuando tuvo 20 años, lo hizo.

Encontró empleo como doméstica y siguió trabajando así a la vez que criaba a sus 9 hijos, la primera de los cuales era mi abuela. Mi abuela tenía que cuidar a sus hermanos menores para que su madre pudiera seguir trabajando. Su familia vivía en el Bronx, y luego en Queens. No tenían mucho dinero ni espacio; había un baño para toda la extensa familia, y a veces tenían que dormir tres niños en una cama pequeña.

Es fascinante comprobar que todos mis bisabuelos volvieron a Irlanda para casarse. Aunque Michael Ronan era la primera generación americana, se fue con Jane a Irlanda porque la mayoría de su familia permanecía en Irlanda. Lo mismo pasó con John y Elizabeth, cuyos padres y demás parientes estaban en Irlanda del Norte. Después de la boda, todos volvieron a Nueva York para continuar su vida, y allá se quedaron, porque su principal meta al emigrar eran obtener trabajo, y lo lograron en tierra estadounidense.

Elizabeth Connolly y John Moore.

 

De pie, Jane Cavanaugh y Michael Ronan.

Una historia que me contó mi abuelo explica la situación de los inmigrantes irlandeses en ese momento. Cuando buscaban trabajo en el periódico, a veces había un anuncio con la nota “NINA”, que significa “No Irish Need Apply”, o “Irlandeses, abstenerse de solicitar el puesto”. Es posible que mi abuelo no supiera bien la realidad que experimentaban sus padres, pero me dijo que esa discriminación no les chocaba entonces.

Anuncios laborales de periódico en los que se discriminaba a los solicitantes irlandeses con la advertencia «No Irish need apply».

Mis bisabuelos se llevaban bien con la comunidad estadounidense. Mi abuelo notó que el país era un crisol de muchas culturas, especialmente en Nueva York, aunque me parece que mis bisabuelos pasaban la mayor parte de su tiempo con irlandeses-americanos. Asistían a fiestas y bailes para irlandeses, y jugaban deportes con irlandeses en Croke Park.

Mi familia tiene dos historias de contraste; una que empieza con los principios de los colonizadores británicos en los Estados Unidos, y otra que cuenta cómo unos irlandeses lograron su sueño americano. El contraste representa las numerosas posibilidades de cómo llegan los inmigrantes a los Estados Unidos.