Historia de Emi, el chico que escapó de la guerra en Albania

La última foto de Emi en Vlora, Albania, con 17 años, antes de salir del país en 1997.

PROYECTO DEL CURSO ‘MIGRATIONS IN TODAY’S GLOBALISED WORLD’

En 1997, hubo una guerra civil en Albania que generó un aumento en los migrantes a otros países europeos. Para este artículo he entrevistado a Emirjan Hoxha, un inmigrante que huyó de la violencia de Albania para encontrar una vida nueva. Para entender la historia de Emirjan, o Emi, es importante entender la historia de la guerra civil y los eventos que la causaron. La guerra civil de Albania (considerada también una insurrección popular) fue provocada por un colapso económico.

Desde 1992 a 1996 Albania estaba cambiando del sistema económico socialista al capitalismo. Sin embargo, el gobierno del Partido Demócrata era muy corrupto y estaba involucrado en unos esquemas de Ponzi (pirámides de inversión fraudulentas) en los que participaban casi dos tercios de la población, que habían invertido en ellas casi 1,5 billones de dólares. En enero de 1997 el sistema piramidal colapsó, destruyendo el sistema económico de Albania.

A causa de esto, comenzó una ola de huelgas y manifestaciones que acabó desembocando en una rebelión y prácticamente una guerra. En este época Albania era muy peligrosa, con oficiales del gobierno tomados como rehenes, violencia en muchos pueblos y ciudades, destrucción de edificios oficiales y ataques contra la policía. Robaron mucho dinero del tesoro nacional y armas de los arsenales, y grupos de criminales empezaron a controlar las ciudades. Aunque Emi y su familia no estaban implicados con las bandas de criminales, era peligroso para todos vivir allí.

Recuerda que no se atrevía a salir de su casa de noche porque tenía miedo a morir. Había peleas cada noche con armas y explosivos. Algunos amigos y primos de Emi estaban involucrados, y varios de ellos murieron en los disturbios. Esta peligrosa guerra duró más de medio año (Naciones Unidas tuvo envió soldados para pacificar el país), y Emi y su familia decidieron que por su seguridad tenían que irse. En agosto de 1997, después de nueve meses de luchas, más de 2.000 personas habían muerto.

Emirjan Hoxha, con su madre, que también emigró a Sevilla.

A mediados de 1997, cuando tenía diecisiete años, Emi huyó de Albania a Inglaterra para encontrar una vida mejor y tener asilo. Emi recuerda siempre el día en que se fue y en el que cambió su vida. Tenía mucho miedo. Cada día durante la guerra en Albania toda la gente vivía con miedo a las bandas. En la ciudad donde vivía, Vlora, habían dos que tenían todo el poder sobre la ciudad, y cada noche se peleaban. Si no tenías cuidado, era muy fácil que te involucraran con las bandas, incluso si no querías pertenecer a ellas.

Ambos grupos criminales reclutando hombres jóvenes para unirse a ellos. Durante la semana antes de que Emi huyera, las bandas empezaron a reclutarles a él y a su primo. Cuando las bandas decidían que debías unirte a ellas, era muy difícil escapar. Entonces Emi y su familia decidieron irse en busca de una vida mejor. Emi estuvo a punto de no conseguir escapar. Poco después de marcharse, unos hombres fueron a su casa, justo cuando él ya había ido. Sus vecinos le dijeron luego que los hombres tenían armas. Emi y su familia se salvaron por poco.

Entre 1997 y 1999 Emi se mudó varias veces entre tres países dentro del Unión Europea. Tenía unos familiares en Inglaterra, y allí conoció a su novia, albanesa como él. Desde Inglaterra fue a Bélgica y finalmente a Suecia. Cuando se estableció en Suecia trajo a sus padres y a su hermana. En Suecia tuvo problemas para encontrar trabajo y no estaba muy contento con su vida. Vivió allí unos meses, y un fin de semana visitó a un amigo que residía en Sevilla. Y se enamoró de la ciudad. Mientras que hacía mucho frío y estaba nublado constantemente en Inglaterra, Bélgica y Suecia, en Sevilla el tiempo era caluroso y soleado. Decidió mudarse a Sevilla con su novia, su hermana y sus padres. Pensó que iba a querer más a España que a Suecia. Ahora no se arrepiente de su decisión.

Emi, en su bar, posa con una espada ante un mural con la bandera albanesa.

En comparación con otros migrantes, la transición para Emi fue relativamente fácil. Tenía casi a toda su familia, y su mejor amigo ya vivía aquí. Además, no tuvo problemas en encontrar trabajo. Poco después de mudarse a España, Emi obtuvo su certificación como paramédico. Ahora, lleva ya diecisiete años trabajando para los Servicios de Emergencias Médicas (SEM) de Andalucía. Emi dice que aunque tenía una vida estable durante sus primeros años en Sevilla, su mejor decisión aquí en estos años ha sido abrir el bar donde trabaja ahora. En 2011, Emi, su primo y su amigo abrieron Ruko n’ Roll, un bar muy popular en la Alfalfa para estudiantes extranjeros y españoles. Aunque no era tan popular cuando abrió, ahora tiene mucho éxito.

Ruko n’ Roll se parece a su vida aquí en España. Aunque en el bar siempre suena música en inglés y español, hay aspectos que representan a Albania y su antigua vida allí. Todos los empleados son albaneses, y aunque no son hermanos biológicos, se consideran hermanos por elección. Al lado del bar hay un mural grande con una pintura de su abuela, que se ha convertido en el símbolo de Ruko n’ Roll.

El mural de su bar en Sevilla, con la cara de su abuela que vive en Albania.

Emi ha tenido mucho éxito en España, pero también ha encontrado dificultades. Albania ha mejorado mucho desde 1997 y es un país seguro para vivir. Sin embargo, él decidió continuar en España porque ya tenía una vida aquí. Tiene dos hijas de catorce y once años, y dice que tiene un pequeño conflicto porque ellas no están tan en contacto con sus raíces albanesas. Las niñas visita Albania en las fiestas y en los días santos, pero casi todos sus amigos son españoles y hablan más español que albanés. La única persona en su familia inmediata que vive en Albania es su abuela, por lo que las hijas de Emi no tienen mucha conexión con el país aparte de ella. Él dice que ir de vacaciones es una cosa, pero que vivir allí es completamente diferente. Después de su experiencia durante la guerra civil, aunque Albania es un país seguro ahora, tiene miedo de vivir allí otra vez de forma permanente. Prefiere Sevilla, que le encanta.

Emi dice que vivir en España ha sido mejor de lo que él esperaba. Tiene una familia muy feliz y segura, y también tiene amigos albaneses. Además, a su abuela, de 84 años, el único ser querido que vive en Albania, la puede visitar con frecuencia. Cuando se le pregunta si cambiaría algo de su pasado, contesta que lo único que cambiaría es que se habría mudado aquí antes de pasar por Inglaterra, Bélgica y Suecia. Añade que ojalá que sus hijas hablasen el albanés mejor. Pero ellas pueden mejorar en los próximos años. Al final, a pesar de las luchas que enfrentó, Emi está contento con su vida y con el resultado de todo. Se siente muy afortunado de haber sobrevivido a la guerra y a las bandas, y no renuncia a su vida en España por nada.