Hermanos de blanco

La Virgen de La Candelaria (IZQUIERDA) y Jesús de la Salud (DERECHA) un Martes Santo de los años veinte. FOTOS: SERRANO (FONDO JOAQUÍN TURINA / FUNDACIÓN JUAN MARCH)

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LAS HERMANDADES RELIGIOSAS, ESPARCIDAS POR TODA LA CIUDAD DE SEVILLA, HAN SIDO VENERADAS DURANTE AÑOS, NO SÓLO POR SUS HERMANOS Y HERMANAS SINO POR CIUDADANOS DE TODAS LAS PROFESIONES Y CONDICIONES SOCIALES. SU IMPACTO ES EVIDENTE, NO SÓLO RELIGIOSAMENTE DURANTE LA SEMANA SANTA DE CADA AÑO, SINO QUE TAMBIÉN UNE A LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD EL RESTO DEL AÑO.

ES EN UN CALUROSO día de la Sevilla de 1976. Un muchacho de 13 años, José María Cuadro Macías, va de aquí para allá entre su casa, el negocio de productos textiles de su padre –Confecciones Cuadro– en la calle Alcaicería y la vieja fachada de una casa en la calle Federico Rubio que guarda 55 años de historia y recuerdos tras sus muros. En su puerta, tan sólo cinco palabras que captan la atención del transeúnte: “Casa Hermandad de la Candelaria”. Cada vez que pasaba, el sueño de formar parte de algo más grande que él se hacía más fuerte. Poco después, el sueño se hizo realidad.

LA ILUSTRE Y FERVOROSA HERMANDAD de Nuestro Padre Jesús de la Salud, María Santísima de la Candelaria, Nuestra Señora del Subterráneo y San Nicolás de Bari, o simplemente “La Candelaria”, como se la conoce en Sevilla, se fundó en junio de 1921. Al principio, no era más que un modesto punto de encuentro para la gente del barrio. Ahora ha crecido hasta llegar a ser una de las más grandes y populares hermandades de Sevilla, “pero sigue manteniendo el sentimiento de una gran familia”, dice Cuadro Macías, de 50 años, Hermano Mayor de “La Candelaria”.

“LA HERMANDAD conserva un ambiente especial donde todo el mundo está presente, y nos vemos, y nos conocemos hace muchos años, tomamos una cerveza, nos preguntamos por nuestras mujeres y niños y, cuando llega el momento, nos echamos una mano en lo que buenamente podemos”, explica con la sonrisa distante que sólo provoca un buen recuerdo. Ahora la hermandad posee más de 1.000 miembros pero, para Cuadro Macías, el auténtico éxito es que han podido conservar el fuerte sentido de comunidad y hermanamiento durante la rápida evolución de la hermandad.

“LAS COSAS MÁS IMPORTANTES de mi vida han pasado gracias a la hermandad”, afirma Cuadro Macías con orgullo. “Conocí a mi esposa, Yolanda, aquí, un Martes Santo, ambos éramos parte del grupo joven y le pedí salir ese mismo día, justo aquí. Nos casamos aquí y llevamos juntos más de 30 años. Nuestros dos hijos, Yolanda, que tiene ahora 20 años, y Jose María, que tine 18, fueron bautizados aquí, hicieron la primera comunión aquí y ahora son miembros ellos mismos. Mi esposa canta en el coro y mis hijos participan en el grupo joven, al igual que nosotros”.

ÉSTA NO ES SÓLO LA HISTORIA DE CUADRO MACÍAS, sino también una historia compartida por muchos de los miembros que se reúnen en “La Candelaria”. “Las hermandades de Sevilla son algo muy tradicional, así que, si eres de una hermandad, apuntas a tus hijos, y tus hijos apuntan a los suyos. Hay generaciones enteras de muchas familias aquí”, recalca.

ESTA DEVOCIÓN POR SU HERMANDAD llevó a Cuadro Macías a postular para Hermano Mayor de “La Candelaria” en enero de 2007, y salió elegido con el apoyo de un grupo de hombres y mujeres que, desde entonces, han compuesto la Junta Directiva de la hermandad. Él se siente inmensamente afortunado por su éxito, pero el respeto y el aprecio que muestran sus compañeros al pasar junto a él demuestran que no fue afortunado al ganar, sino que se mereció ganar.

CUADRO MACÍAS ES MUY CONSCIENTE del importante papel que las hermandades juegan en Sevilla, social y espiritualmente. “Es una vertebración de la sociedad, es una unión de todas las clases sociales, de todos los pensamientos, aquí hay gente de derechas y de izquierdas, de todo. Estamos todos unidos por una misma creencia en Jesucristo y en la Virgen”.

“CREO QUE LOS NUEVE AÑOS que llevo siendo Hermano Mayor han sido los más importantes de mi vida. Entré con 42 años y me voy a ir con 51 y estoy absolutamente satisfecho con lo que hemos hecho”, dice con una risa que sacude sus grandes hechuras. Como Hermano Mayor, Cuadro Macías es también el representante de la hermandad, atiende a reuniones y conferencias por toda Sevilla cuando es necesario y juega un gran papel en la orquestación de los eventos de la Semana Santa, el momento más importante del año para las hermandades de la ciudad. “El cristianismo es lo que une inicialmente a los miembros de las hermandades y lo que al final nos sigue manteniendo unidos”, reflexiona.

“LA CANDELARIA” sale en procesión cada martes de Semana Santa, o “Martes Santo”. Es el día más importante del año para la hermandad y se prepara durante todo el año. Por esta razón, celebran misa cada martes del año en la iglesia de San Nicolás de Bari, en la calle San José, donde se rinde culto a sus imágenes, el Cristo de la Salud y María Santísima de la Candelaria. En la procesión del Martes Santo, se congregan hasta 2.000 personas y se alinean a ambos lados de la calle alrededor de la iglesia. Con los tambores llevando el ritmo de la marcha, María Santísima de la Candelaria es elevada en una plataforma adornada con velas y flores sobre un mar de hermanos vestidos de blanco. Sus caras y expresiones están ocultas bajo sus puntiagudas máscaras blancas al tiempo que marchan delante, detrás y al lado de “La Candelaria”, como se conoce a la imagen en Sevilla, aguantando sus velas como a su guarda.

LA GENTE EN LA CALLE se maravilla cuando la ve y recitan la santísima trinidad mientras se persignan, sabedores de que la sobrecogedora presencia de las imágenes de la hermandad en las calles es producto del trabajo duro de muchos hermanos y hermanas anónimos durante todo el año. “Ésta es una visión que ningún miembro de la hermandad puede perderse”, dice el hermano de 76 años de edad y nativo de Sevilla, José María Fernández, que en los 73 años desde que es miembro, sólo se lo ha perdido una vez porque cayó enfermo. Pero aún recuerda su primer Martes Santo como si fuese ayer. “La hermandad era mucho mas pequeña en aquellos tiempos, pero recuerdo ver la procesión del Señor y después la procesión de la Virgen de la Candelaria y no darme cuenta hasta que había terminado de que habíamos estado allí desde la seis de la tarde hasta las tres de la mañana”.

SEGÚN SE ACERCA LA SEMANA SANTA, la hermandad ofrece también muchas ceremonias religiosas cada año, comenzando con el triduo, seguido del quinario y finalizando con el Martes Santo. El triduo, dedicado a la Virgen de la Candelaria, dura tres días (jueves, viernes y sábado) a finales de enero. Durante esta ceremonia, llevan a la Virgen desde el altar de la iglesia a la plataforma sobre la cual sale en procesión. El quinario, dedicado al Cristo de la Salud, es un evento que dura cinco días (de jueves a sábado) y tiene lugar a mediados de febrero. Las ceremonias sólo duran hasta el sábado porque el domingo se considera el día más importante durante estas semanas, la “Función Principal de Instituto”, donde la hermandad demuestra su gran fe en el evangelio y el cristianismo.

MIRANDO HACIA ADELANTE, Cuadro Macías ve un futuro brillante para su hermandad, con la esperanza de que llegará a la talla de otras hermandades de Sevilla que tienen ya más de 500 años. Si la santidad de la hermandad sigue pasando de generación en generación, dice, “La Candelaria” dejará un legado y un impacto duraderos en la ciudad donde comenzó 93 años atrás. “A fin de cuentas”, dice el Hermano Mayor con un gran orgullo brillando en sus ojos oscuros, “las hermandades nos hacen ser mejores personas”.