
foto: Casilda Lantero Tornos en la piscina del Club Náutico / MAYTE G. BATTELLI / GINA APPERSON
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Tres nadadores paralímpicos del Club Náutico de Sevilla hablan de sus éxitos y de sus sueños, INSPIRANDO A MUCHOS y reivindicando la importancia de su deporte.
Entre en la piscina , siéntese y mire cómo los nadadores recorren arriba y abajo las calles, rítmica y elegantemente, exhibiendo con cada brazada una técnica bien depurada. Hay una mezcla de caos y disciplina en un lugar que a muchos sólo les parecerá ruidoso, caluroso y húmedo, pero que es nada menos que el hogar de un nadador de competición.
En esta piscina nos encontramos con una comprometida deportista, capaz de nadar en cada sesión de entrenamiento dos horas seguidas, sin descanso. “Recuerdo que el primer día que entré en la piscina me eché a llorar. Me impactó mucho”, comenta una abierta y habladora Casilda Lantero Tornos, una de las nadadoras paralímpicas del Club Náutico de Sevilla que está consiguiendo hacer realidad su sueño. Casilda, que tiene movilidad reducida en la parte izquierda de su cuerpo como consecuencia de una malformación de columna congénita, compite en torneos de natación adaptada por toda España en la categoría S7. Con sólo 18 años, ya es la campeona de España de 200 metros espalda, prueba en la que además tiene el record nacional de su categoría, con un tiempo de 3:59,64.
Para mantener el ritmo, dedica gran parte de su vida a la natación y entrena todas las tardes. Casilda insiste en que tanto entretenimiento es necesario no sólo para mejorar, sino para no quedarse atrás. “Si falto un día… pues… es fatal.
Es muy difícil”. Cada entrenamiento que se pierde afecta negativamente a su técnica. Aunque sea muy sacrificado, Casilda también enfatiza cuánto la ayuda la natación. “Tengo dos horas al día para relajarme. Creo que la natación te enseña a relajarte y a ser disciplinada… no pienso en los estudios, todo se va de mi mente”.
Su meta principal ahora es competir a un nivel mucho más alto. Primero quiere ir al campeonato de Europa. Luego espera competir a nivel mundial. Casilda sueña con estar en las Olimpiadas de 2016 en Río de Janeiro o en las de 2020 en Tokio, aunque también tiene metas mucho más concretas para el futuro. Cuando termine 4º de ESO en el instituto, espera obtener una beca para estudiar Ciencias del Deporte y entrenar al mismo tiempo con nadadores de alto nivel en el Centro de Alto Rendimiento Joaquín Blume que el Consejo Superior de Deportes (CSD) tiene en la capital de España. También le gustaría aprender inglés y pasar una temporada en Estados Unidos, especialmente en la ciudad de Nueva York, porque piensa que saber inglés es fundamental para encontrar trabajo. Luego, querría ser maestra de educación física y trabajar también como entrenadora de natación.
Rafael Palmero Villena, de 18 años, comparte piscina con Casilda y el resto de nadadores del Club Náutico. El hecho de llegar a ella en silla de ruedas no le impide hacer potentes surcos en el agua. Al igual que su amiga, participa en pruebas de natación adaptada y entrena para ello todos los lunes, miércoles, viernes y sábados. Rafael también tiene grandes sueños para el futuro y no va a perder un momento. Disfruta de una vida plena y aunque dedica mucho tiempo a la natación, también reserva tiempo para estar con sus amigos, con quienes le gusta escuchar música de David Guetta o Avicii o hacer de DJ en sus fiestas. Pero siempre con moderación ya que los estudios son su prioridad. “Si tengo exámenes, no voy. El entrenamiento es fundamental, pero el estudio es el estudio… salgo una media hora antes si tengo algo que hacer. Tengo que estudiar mucho”. Rafael quiere terminar su carrera de Derecho, que dura 4 años, en la universidad. Después quiere obtener un master para ser notario, que es como mínimo, otro año y medio más de estudio.
En diciembre 2013, en el Campeonato de Andalucía de Natación Paralímpica de El Puerto de Santa María, ganó el oro en 100 metros libres en la categoría S4. La especialidad de Rafael son los 100, 200 y 400 metros libres, además de los 200 y 400 metros espalda. También le gustaría llegar a competir a nivel mundial, primero en un campeonato europeo y luego en las Olimpiadas, para lo cual entrena duro. “Me gustaría estar en las de 2016… no será un camino fácil, pero voy a luchar por ello”.
Marta Gómez Battelli, subcampeona del mundo de 400 metros libres en el Mundial de natación adaptada de Montreal 2013 en la categoría S13 para nadadores con discapacidad visual leve, es el modelo que siguen Casilda, Rafael y el resto de nadadores del Club Náutico de Sevilla. Esta sevillana de 22 años estudia Trabajo Social en la Universidad Complutense de Madrid y entrena en el Centro de Alto Rendimiento del CSD, donde pasa 6 horas al día en la piscina, 3 por la mañana y 3 por la tarde.
Tenía 12 años cuando empezó a nadar y 18 cuando empezó a participar en campeonatos internaciones como nadadora de la selección española, con la que ha competido, además de en el Mundial de Montreal, en las Olimpiadas de 2012 en Londres, en las pruebas de 200 y 100 metros braza. Su meta es volver a los juegos en 2016, cuando se celebren en Río, y poder subir al podio. No en vano, la natación es uno de los pocos deportes que han estado siempre presentes en los Juegos Paralímpicos desde los primeros, los de Roma del año 1960.
Marta ha aprendido mucho gracias a su amplia experiencia en competiciones, de las que destaca la atmósfera de la piscina. “Mis propias rivales son mis compañeras e incluso amigas… hay un ambiente muy bueno porque, aunque todos buscamos ganar, siempre nos alegramos por los otros, nos animamos y entonces disfrutas de tus éxitos y un poco también de los de los demás”.
A pesar del muy alto nivel de sus deportistas, la natación adaptada es un deporte algo desconocido, no sólo en España, sino en todo el mundo. Según Rafael, la natación adaptada está muy apartada del resto de la sociedad y del mundo del deporte en general. “Los campeones no reciben la atención que merecen por las medallas que ganan”, comenta. Marta se queja de que haya grandes deportistas que, como ella, entrenan mucho pero que a veces se quedan un poco en la sombra. La subcampeona del mundo es una apasionada luchadora por la igualdad de los deportistas paralímpicos. “No nos gusta que se queden sólo en el hecho de que somos deportistas discapacitados: somos deportistas, como cualquier otro deportista y nos gusta que se nos reconozca, que se nos vea como tales y que se nos dé el mismo reconocimiento”.